martes, 18 de agosto de 2009

Hace 2 años volvimos a nacer


Tras la salida de Nélson Acosta de la selección chilena, la prensa y los fanáticos se preguntaban con quién tendríamos que descargar nuestras frustraciones. ¿A quién le reclamaríamos por no hacer los cambios debidos o por no jugar al ataque?. Surgieron distintos nombres, pero hubo uno que llamó la atención por sobre todos. Desde las oficinas de la ANFP, se aseguraba que el candidato principal era ni más ni menos que Marcelo Bielsa. El ex entrenador de la "albiceleste" fue el favorito de Harold desde el primer momento.

Recuerdo que los periodistas argentinos se burlaban sutilmente de la posibilidad. Era "imposible" que "el loco" quisiera entrenar a la selección de peor rendimiento en Sudamérica. Era "imposible" que La Asociación Nacional de Fútbol tuviera el dinero para pagarle, pero gracias al Dios del fútbol, fue posible.

Bielsa llegaba a Chile contestando las preguntas (algunas bastante estúpidas) de los periodistas. Internamente el rosarino creía en el potencial chileno y se proponía llevar a la "Roja" al mundial de Sudáfrica.

Ya han pasado 2 años desde que el trasandino está al mando de la selección y todos, absolutamente todos, estamos agradecidos de su venida. Bielsa no solo le ha entregado a nuestro fútbol resultados históricos. Pasión, dinámica, atrevimiento, compromiso, son atributos presentes hoy en día en nuestros jugadores, incluso más importante que un resultado "x".

"El loco" nos ha devuelto la ilusión. La "marea roja" siempre estuvo con el equipo, pero ahora lo acompaña feliz, sabiendo que si se pierde, es porque fueron mejores y no porque no se dio todo. Estamos a 4 partidos de clasificar y segundos en la tabla general, pero Bielsa, con sapiencia, espera con tranquilidad y concentración la clasificación. Sabe que está a punto de lograr lo que en un principio solo él creyó, pero sabe también que Chile debe trabajar para lograrlo, porque a nuestro país nunca nadie le regaló nada.

Hace dos años llegó un "loco" a Chile, hace dos años volvimos a nacer.

Don Elías.