Cuando se termina cualquier proceso, siempre llegan los balances. En qué estuvimos bien y qué hicimos mal. Afortunadamente, en este camino a Sudáfrica, son más los aciertos que las equivocaciones.
Partimos por el entrenador, el pilar de todo equipo. Don Marcelo “Cruise” Bielsa (por lo de misión imposible. Pensé toda la noche el “chiste”), demostró porqué algunos lo llaman el “mejor entrenador del mundo”. Dejó las sesiones interminables de tenis fútbol a un lado y se dedicó a trabajar. Parece simple, y en realidad lo es, pero son pocos los técnicos de fútbol que sí trabajan.
Eligió a un grupo de jugadores jóvenes, los encerró en Juan Pinto Durán y les enseñó de táctica. Al contrario de lo que muchos creen, este deporte no es solo patear un balón hacia el arco opuesto. El fútbol es táctica, orden e intención. Es este último concepto el que revolucionó el fútbol de la selección chilena. Ya no es cosa de salir a la cancha y “esperar hacer un buen partido” o que “ojalá las cosas se nos den”, ahora existe una intención, una disposición a atacar en todo momento. Si nos hacen tres goles, nosotros haremos cuatro. Esta es una de las cosas que diferencia a Bielsa de los demás técnicos.
Otro de los responsables de esta clasificación es el presidente de
Hay algunos jugadores que también son muy importantes en este proceso. Claudio Bravo demostró una madurez poco típica en el jugador chileno. Tuvo liderazgo y sus mejores tapadas fueron en momentos importantes. Medel, Carmona, Suazo y Alexis son los otros pilares del “proyecto Bielsa”. Siempre en un nivel sobre la media, le dieron regularidad al equipo. El caso de Carmona es atípico. No es para nada uno de los jugadores más talentosos de la selección, lo que hace más destacado su desempeño.
Cuando comenzó el camino al Mundial, muchos creyeron que era una misión imposible. Los jugadores no eran titulares en sus equipos,
Elías Figueroa
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