El partido de ayer fue un golpe dura para todos los madridistas. Más que por el resultado, que de por si es alevoso, por el juego mostrado. Nos faltó de todo, nunca tuvimos opción y nos hicieron correr detrás del balón como unos niños que recién aprenden a jugar.
El Barcelona, hoy por hoy, nos supera en juego, pero podíamos haberle plantado cara. Y eso es lo que más duele, la actitud que mostraron la mayoría de los jugadores. Mourinho ha trabajado bien. Nos ha devuelto el buen juego y veníamos invictos. Pero los 90 minutos de ayer fueron un desastre de principio a fin. En el medio campo nunca pudimos anticipar, y las pocas veces que recuperábamos la pelota, la regalamos envuelta en cinta. En la delantera, Benzema se mostró apático como casi siempre. El francés no es jugador para el Madrid y extrañamos al "Pipita". Cristiano demostró actitud y ganas, pero cada vez que intentó hacer algo fue rodeado por 5 catalanes. En la defensa Marcelo y Ramos hicieron agua, y si no fuera por Pepe y Carvalho, nos meten 10.
A pesar de que el partido fue una humillación, estoy plenamente confiada de que ganaremos la Liga. Confío en Mou y sé que este resultado no se volverá a repetir. Todavía queda mucho, y en la revancha en el Bernabéu, Piqué y Valdés tendrán que esconder esa manito que mostraron ayer. Porque si hay algo bueno en el fútbol, es que da revanchas, y nosotros la tendremos.
Para leer la opinión de otro madridista de corazón, pincha Aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario