El estadio Stamford Bridge estaba preparado para una fiesta. Eran favoritos para ganar el clásico frente al Liverpool, y su última contratación, Fernando Torres, debutaba con la camiseta 9. Ancelotti no se guardó nada, e inició con el tridente Torres, Drogba y Anelka. La visita por su parte, solo tenía en ataque a Kuyt.
Fue un partido discreto. Primero, porque el tridente que en el papel daba miedo, en la practica no dio susto. El Chelsea no tuvo chispa, intención, y menos juego. El Liverpool ganó el medio campo y fue levemente superior. En el primer tiempo tuvo la llegada más clara para abrir la cuenta, pero Maxi Rodriguez hizo lo más difícil. Cuando estaba solo para definir, tras pase de Gerrard, mandó la pelota al travesaño. Se lamentaron los hinchas rojos que viajaron a Londres, y también el técnico Dalglish en el banco.
En la segunda parte el guión fue idéntico. Lampard no asumía el protagonismo, Torres pasaba desapercibido y solo Anelka intentó con remates de larga distancia. Al Liverpool le faltaba un jugador que encarara más a los centrales, y esa opción estaba en el banco. Luis Suárez esperó su oportunidad, pero esta nunca llegó. Aún así, la estrategia "red" funcionó, y minutos después de que Torres saliera sustituido, Meireles anotó en el minuto 69, tras error de Cech. Con eso le bastó para llevarse los tres puntos, y para seguir escalando posiciones tras un muy mal comienzo. El Chelsea nunca tuvo respuesta y defraudó a sus hinchas. El árbitro no cobró un penal en contra de Ivanovic en el último minuto, pero no fue esa la razón de la derrota. Con este resultado, Ancelotti y sus dirigidos se vuelven a alejar de la punta y suman más críticas a su juego.
* Dato:
- Un jugador del Liverpool no anotaba en Stamford Bridge, por la Premier League, desde hace 7 años.
Don Elías.
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