Arsenal recibió al Ipswich, de la segunda división, por el partido de vuelta de la semifinal de la Carling Cup. En la ida, los dirigidos por Wenger estuvieron lejos de su nivel, y perdieron por un gol a cero. El entrenador francés no quería sorpresas, y alineó a sus principales figuras. Solo Walcott y Nasri se quedaron en el banco.
El partido fue monótono. Solo hubo un dominador, y fue el Arsenal. El Ipswich, sabiendo de sus limitaciones, intentó defender la ventaja conseguida en el primer partido y no tuvo poder de ataque. La jugada más clara del primer tiempo estuvo en el minuto 23. Bendtner tiró un centro desde la derecha, y Van Persie, entre seis defensas, mandó el cabezazo al travesaño. Luego, en el 34', Cesc recibe un pase de Wilshere, la bajó con la derecha y definió con la zurda, pero el balón se fue caprichosamente desviado. Al descanso se fueron igualados a cero, y el nerviosismo invadía a los hinchas locales.
El segundo lapso fue más de lo mismo. Los "gunners" dominando, y el Ipswich defendiendo con dos líneas de cuatro muy pegadas a su área. Cuando varios pedíamos el ingreso de Walcott, Bendtner se encargó de traer tranquilidad y abrir el marcador. Pase largo de Wilshere, el danés la bajó, se hizo un taco para acomodarla para su derecha, y definió con categoría al palo izquierdo del arquero Fulop. Pero el Arsenal necesitaba otro gol para evitar el alargue, y este llegó cuatro minutos después, a través de un cabezazo de Koscielny en área chica. Fábregas sentenció el partido en el 77', cuando tras pase de Arshavin, definió entre las piernas del portero.
Triunfo claro, contundente y sin contrapeso del equipo de Londres, que logra llegar a su primera final de la temporada. Jugará contra el ganador de West Ham y Birmingham, en el estadio de Wembley, la final de la Carling Cup en el mes de febrero.
Don Elías.
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